miércoles, 9 de febrero de 2011

Un reencuentro, un nacimiento y un sentimiento

Ayer me encontré con una amiga que se casó y se fue a vivir a Holanda hace aprox un año, pero hacía más que no la veía yo. Me encantó verla, charlar con ella, tomarnos esos licuados tan rico en la confitería LAS VIOLETAS!

Y esto me hizo pensar cuando volvía manejando por la Av. Rivadavia y escuchando a Frank Sinatra de fondo... en que es curioso y gratificante ver cómo a pesar de los desafíos que ella ha tenido que pasar allí alejada de su familia (pero sí con su marido y la familia de él of course), la vi feliz, con mucha FE, realizada y disfrutanto de su hermoso matrimonio y con muchos planes para el futuro. Me encanta esa tranquilidad con la que comentaba muchas de sus vivencias, ese brillo en sus ojos cuando hablaba de él y me encantaron los consejos que me dio! Gracias E sos hermosa.
Hablamos de muchas cosas, de mis historias de las suyas y obviamente de los hijos y de pronto sentí algo...

El 31 de Enero a las diez de la noche aproximadamente nació MORA la hija de Tinker Bell y cuando vi sus fotos en FB, cuando vi a Tinker con ella en brazos, al padre rodéandolas, una sonrisa de felicidad en la cara de ambos y esa sensación de plenitud que emanaban como sintiendo, para esto hicimos una familia, sentí algo también además de la felicidad por ellos...

Nunca pensé que lo diría y menos que lo escribiría pero a veces cuando miro a mi pequeño que ya dejó de ser bebé y que ahora es un nene más independiente, añoro el tener a un bebé en mis brazos, añoro disfrutar la primer sonrisa, añoro su manita agarrando un dedo de mi mano en busca de un lugar seguro. Añoro ser ese ser que necesita para enseñarle, para darle amor, para disfrutar de otro pedacito de pureza que hace poco estuvo con Dios. Puf... mejor no sigo porque es inevitable, se me llenan los ojos de lágrimas...

Después me consuelo acordándome de algunos líos, de algunos días en los que todo salía al reves, de algunas noches sin dormir, mal humorada, cansada, asustada y digo: SERÁ CUANDO TENGA QUE SER pero por ahora tengo para entreterme y disfrutar de otra etapa en la que en lugar de llorar, cuando mi hijo me necesita me dice "MAMÁ"!! La palabra más hermosa del mundo en sus labios.

Cariños

2 comentarios:

Anavril dijo...

Se llama Naturaleza!
En cuanto nuestro retoño ya deja de ser dependiente la muy yegua de la madre natura nos manda ese sentimiento de añoranza! Algunas caen cual chorlitas y buscan el segundo, el tercero y así...se llama supervivencia de la especie

jajajajajaja

No, mentira, a mi también me paso y tuve que obligarme a recordar las noches de cólicos, llantos, berrinches y volver a mirar la cuota de la guarderia y multiplicarla por dos!....enseguidita entre en razones...

beso!

Fiaris dijo...

Amiga te cuento tengo una hija de 40 años que tiene a mi nieto de 9 años y ahora un bebé(mi tercer sol)de un mes ella dice que las noches sin dormir son algo maravilloso!Si ella lo dice así será.abrazos.